"Un militante es alguien que ha encontrado una verdad que lo trasciende. No es una verdad revelada. No es una verdad divina. No es, ni siquiera, una verdad permanente, segura, como un anclaje firme que otorga cimientos y sosiego a una vida entera.
No es un héroe. Simplemente quiere vivir. Simplemente no se conforma con aceptar que otros han decidido ya su vida, su futuro, sus módicas ambiciones y su muerte.
Un militante cree en la solidaridad social… Sabe que su individualidad se realiza en el grupo…
El militante, es necesario repetirlo, cree en una verdad que lo trasciende y da sentido a su vida. Esta verdad es su ideología que comparte con sus compañeros y expresa su lucidez. La ideología que hace de él un sujeto y no un objeto de la historia…”
No es un héroe. Simplemente quiere vivir. Simplemente no se conforma con aceptar que otros han decidido ya su vida, su futuro, sus módicas ambiciones y su muerte.
Un militante cree en la solidaridad social… Sabe que su individualidad se realiza en el grupo…
El militante, es necesario repetirlo, cree en una verdad que lo trasciende y da sentido a su vida. Esta verdad es su ideología que comparte con sus compañeros y expresa su lucidez. La ideología que hace de él un sujeto y no un objeto de la historia…”
José Pablo Feinmann
1 comentario:
A lo de Feinmann agregaría una posdata:
Mas allá del acuerdo con estas expresiones del filósofo argentino quisiera manifestar lo siguiente: en la reciente polémica entre JPF y Beatriz Sarlo - sin adentrarme en resúmenes inútiles - diremos: "Es preferible equivocarse con Sarlo a tener razón con Feinmann".
Para ver el motivo de esta expresión les recomiendo que lean un texto de JPF: "El glamour de los rebeldes".
Estaría bueno recopilar los textos de Sarlo y Feinmann y reproducirlos. Son miradas interesantes y por demás polémicas sobre el problema actual.
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